sábado, 13 de junio de 2009

Historia del Hombre-vela (en 3 días)


Día 1

Esta tarde he visto a mi vecino del entresuelo. Es la tercera vez que lo veo en el año y medio que llevo viviendo en mi pequeña cápsula espacial. Lo sé por que una de esas veces lo sorprendí (como sólo se puede sorprender a un roedor) intentando entrar en su piso (guarida). Creo que trabaja en la tienda de velas que hay al doblar la esquina. Digo "tienda de velas" por que cerería me parece poco preciso y velatorio me parece confuso.
El caso es que lo vi caminar a plena luz del día por la plaza de la Catedral y lo reconocí enseguida por que caminaba igual que podría caminar una vela rota (si algún día decidieran caminar). Con el paso roto, el cuerpo roto, como si una fuerza invisible (sin duda la mecha de la vela) le ayudara a no derrumbarse. Piel blanca (naturalmente) y el poco pelo de un color negro intenso. El torso encorvado (consumido por algún fuego) y los pantalones hasta los sobacos (como candelabro).
No puedo dejar de preguntarme cuál es su historia. Y no me refiero a su vida, que tanto podría haber sido Simbad el Marino, como un triste ratoncillo en baúl de naftalina. Me refiero a la historia que le rompió. Al amor que le rompió. Amor de hijos, de madres, de dinero, de religiones, de perversiones... a ese amor que nunca llegó o llegó y se fue o llegó, rompió, devastó y se fue.
La vela sólo sujeta por la mecha... -demasiado estoicismo -me digo y así lo memorizo, por si algún día me hace falta y me "distraigo afeitándome"...

Día 2

Fue un buen día. Al menos para mí. Después de caer en la sima (por que uno sigue siendo un poco idiota y además tiene mala suerte) y hacer un par de malabarismos para salvar la situación, me dio por pensar que le debía algo al mundo. Así que impelido por esta empatía que haría rechinar los dientes de un Replicante, me postulé como oído y oreja y sonrisa para una de las Hermanas que han perdido la Fe*.

* También pertenezco a una secta (como la de David "ylacamasinhacer") y el Dios de nuestra secta es cruel y vengativo. Además desde lo de la "crisis" ha empezado a manifestar graves desequilibrios psicológicos con tendencia a la sociopatía, así que las Hermanas están inquietas y se van desmoronando una a una. A una se le cae el pelo, a otra los dientes, a otra el alma, a otra las lágrimas, a otra la comida... todo cae cuando Dios truena (con ese gritito histérico suyo, tan de niña y afilado). A los Hermanos se nos caen los ojos (por que uno los baja) y sueña con brutales torturas y con Are-you-talking-to-me? y revólveres que salen de las mangas.

Decía que me había postulado como confesor de una de las Hermanas (a la que se le cae el alma) y después de algún martini y unas horas de charla, me fui para casa. Animalito estaba por las inmediaciones y también había recibido la ira de Dios, así que quedamos para odiar a Dios juntos. Justo cuando nos íbamos a despedir (en la portería de mi casa) vimos al hombre-vela. Lo vi yo, por que Animalito no sabía de su existencia. Hay que ver lo distintas que se ven las cosas cuando uno está vivo...

Día 3

Volvió del trabajo. Pasó a comprar pan, creo, por que torció por otra calle. Sacó las llaves del bolsillo y cuando fue a abrir la puerta de abajo, vio que se acercaba a miles de kilómetros, el hombre-vela. Cargaba dos bolsas de la compra. Debían pesar mucho y eso le favorecía por que ahora su andar roto no llamaba la atención. Abrió la puerta y se quedó ahí, esperando. Esperó cinco minutos, o sea, un cigarrillo. Cuando el hombre-vela llego, vio la puerta abierta y a un tipo medio calvo y sonriente que le esperaba. El hombre-vela le miró y sonrió. Tenía los ojos azules y una bonita sonrisa. -¿Me estabas esperando?- dijo - Sí, después del trabajo ya no hay prisas- le dijo el tipo calvito. Subieron la escaleras y se despidieron - Buenas tardes (hombre-vela)- dijo el uno- Hasta otra (calvito)- dijo el otro.

Parece un buen tipo. Me gusta.

2 comentarios:

  1. ...dejar de mirarnos el ombligo y descubrir que hay vida más allá de nuestra propia existencia...momentos que nos sorprenden a nosotros mismos..

    (muy buena la descripción de hombre vela y el "are you talking to me", muy Tarantino)
    ;)

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  2. Pues sí... más que nada por que, si se dan las circunstancias apropiadas, en el ombligo... sólo hay pelusa :)

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