sábado, 12 de septiembre de 2009

Mutaciones

Al principio fue un escarabajo. El escarabajo, porque es feliz o porque no tiene enemigo depredador, resulta que se multiplica y lo hace tan bien que se hace plaga. Entonces los australianos, porque esto ocurre en Australia, empiezan a pensar en pesticidas y venenos, pero como la industria venenil no está muy evolucionada, a alguien se le ocurre que quizá se podían traer unos sapos "de-vaya-usted-a-saber-donde" a los que les fascina comer escarabajos. Traen los sapos. Al principio un comando. Los sapos hacen su función y todos se quedan encantados con la sabiduría de la Madre Naturaleza y lo inteligente de la decisión ecológica. Los sapos, comen tanto y tan bien, que empiezan a multiplicarse y claro, esto de multiplicarse tan bien lo hacen muy bien y ahí tenemos otra plaga. Como Australia es tan grande y da para mucho, estos batracios verrugosos, en unos 70 años empiezan a cambiar. Las mutaciones que hubieran tardado generaciones y generaciones se producen a una velocidad espantosa y ahí tenemos a los sapitos con unas patas traseras tres veces más grandes que los de la primera generación y avanzando la friolera de siete kilómetros días. Bien.
Ahora, las serpientes. Hay unas serpientes a las que les encanta comer sapos. Son autóctonas y australianas de pleno derecho. El hecho es que cuando comen sapos se mueren, porque los sapitos han desarrollado en su piel un veneno que da buena cuenta de los pobres y benéficos ofidios. Como esto no puede ser y la Madre Naturaleza es sabia y se estresa, las perjudicadas serpientes empiezan a hacerse inmunes al veneno sapil en otra mutación tan rápida que nadie sabe cómo explicárselo. En Australia pasan esas cosas, todo va a un ritmo vertiginoso y como el hombre es tan listo y tan ecológico y tan bienintencionado, va y destruye ecosistemas que ni siquiera es capaz de comprender. Se limita a soltar al bicho y mirar ojiplático como nada resulta como pensaba.
Mutaciones. Adaptación al entorno para la supervivencia. El que mejor se adapta sobrevive y no se sabe muy bien mediante que clase de mecanismos esas mutaciones se transmiten a la siguiente generación. Mejoras en la especie... Voluntad... Diseño inteligente... Magia... vaya usted a saber. En mi próxima reencarnación me pido ser bicho y vivir en Australia, por supuesto.

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